Fantasma Hacienda Kilómetro 18 Monclova
Se cuenta que hace algunos años, privaron de la vida a una familia en este lugar, el kilómetro 18 se encuentra a las afueras de la ciudad de Monclova, Coahuila por la carretera federal 57 y se han presentado varios acontecimientos paranormales, hay mas de 30 historias diferentes sobre lo que sucede en el lugar, se ha investigado buscando respuestas y la posible existencia de la familia.
Una historia mencionada es que el padre encontró a toda la familia sin vida, hasta el momento no se ha encontrado ningún reporte sobre lo acontecido. En periódicos de hace 20 años no se menciona absolutamente nada, las historias que cuentan del lugar, sean verdad o mentira han sido justificación de los fenómenos que muchos han presenciado, al ver unas grabaciones se vio como una persona pasaba al fondo de la casa, también donde se encontraba la alberca vieron que algo paso rápidamente, estos dos videos son evidencia de lo que ahí sucede.
Por las marcas de la pared el lugar es visitado por personas dedicadas a los rituales de brujería, hemos estudiado los signos de las paredes y la mayoría tiene un sentido dentro de su ritual.
El Diablo en la Discoteca
Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca más famosa de la ciudad, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores…
Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…
Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.
La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que todos creían que era el culpable de su estado, pero para sorpresa de todos, en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita se movía sola por toda la pista de baile, el hombre no se reflejaba en la grabación. Para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:
“Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos”…
La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda…
¿¿¿Te atreverías a irte de fiesta ahora en Viernes Santo???
El Callejón del Diablo
Después que la Santa Inquisición se enfrascara en una cruenta lucha contra las brujas de Monclova, cansado el diablo de esperar en los márgenes del Río Monclova donde comúnmente sostenían sus entrevistas, una noche decidió salir en la búsqueda de sus seguidoras.
Cuentan que esa noche no fue como ninguna de las estrelladas de la ciudad, sino que anocheció más temprano, fue un cielo huérfano de estrellas y las únicas luces que se veían eran los quinqués encendidos que se dejaban ver por las ventanas de las casonas del Monclova antiguo.
En sus andares por la ciudad de los márgenes del río, rumbo a la Plaza Principal donde se había enterado estaban castigando a sus seguidoras, el maligno eligió uno de los muchos callejones de lo que ahora es el centro de la ciudad, el cual se resplandeció por la flama que parecía envolverlo a su paso.
En la época colonial, en Monclova únicamente eran calles las que corren de sur a norte, de acuerdo al historiador Juan Blackaller, y las demás que van de oriente a poniente eran los callejones.
Cuentan quienes lo vieron, que era un hombre bien parecido que llevaba un gato negro en sus brazos, tal como relata la historia, y se presentaba en sus entrevistas con las brujas de Monclova en los márgenes del río.
Desde entonces, la gente religiosa pugnó mucho tiempo para que le quitaran el nombre del Callejón del Diablo porque invocaba al maligno, de modo que le pusieron el Callejón del Golpe, el Callejón del Río, el Callejón del Águila, pero poco después del año 1850, las autoridades eclesiásticas decidieron intervenir y le pusieron el callejón de San Juan.
“Hay en el Archivo Municipal una declaración de bienes de un señor llamado Manuel Castillo que me parece muy simpática, porque dice que tiene su morada de tantos cuartos situada en el Callejón del Diablo, alias Callejón de San Juan”, contó el historiador Juan Blackaller.
También comenta que “fui y le pregunté a la gente de ahí, ¿Cómo se llama aquí? dijeron se llama el Callejón del Diablo, pero que Carlos Páez le puso Jesús Barrera”.
Y es que hay quienes aseguran que de cuando en cuando, la calle Jesús Barrera sin más presenta una iluminación inusual por las noches, atreviéndose algunos a señalar que es porque el Diablo va pasando en busca de sus seguidoras.
UNA VERSIÓN MÁS
Otra versión de la leyenda del Callejón del Diablo en la zona centro de Monclova, es que en una madrugada, en tiempos de la Colonia, unos hombres estaban jugando a la baraja en una casona en lo que ahora es la calle Barrera, que conduce al parque Xochipilli I, pero antes topaba con el Río Monclova.
Cuentan que a las tres de la mañana uno de los jugadores estaba ganando continuamente y dijo: “A mí ni el diablo me gana”, y en eso entró un señor y le dijo “Yo soy el Diablo, vamos a jugar”, y se levantaron todos corriendo despavoridos por la maligna aparición
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